Te acompaño a escucharte y vivir en presencia, reconociendo el ser completo y creativo que ya sos.
Estos son tus refugios de autoexploración
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Soy Jime Sánchez, creadora de refugios de autoexploración.
Te acompaño a escucharte y vivir en presencia, reconociendo el ser completo y creativo que ya sos.
Con más de 20 años de experiencia y +300 personas acompañadas, combino herramientas de Mindful Writing, Dibujo Terapéutico, Coaching Ontológico y No-Dualidad en mis talleres online, en mi comunidad de WhatsApp de los Jueves de Pausa y en mis contenidos digitales.
También soy autora de Letras Luz y Diario de la infelicidad, donde comparto mi propio proceso de transformación.
Además, trabajo en sesiones individuales si buscás un espacio íntimo y seguro para transformar tu manera de pensar, sentir y actuar.
Diario de la infelicidad
Un diario poético para reaprender el significado de sentir.
Traduzco sueños y recuerdos, reconozco una herida ancestral, converso con una abuela que no conocí a través de sus poemas, me siento extranjera en mi propio cuerpo y confieso que me necesito simple.
Después de intencionar un viaje a la Cordillera, en el 2018 me fui a un pueblito en Mendoza a cuidar una casa de adobe circular durante 40 días. Ahí fue donde empecé a sentir la vida en presente y a aprender a descansar en mí misma.
Despedir a la niña. Involucrarme. Abrazar a la mujer. Involucrarme. Ese sería el orden.
Cuento mi viaje de autoexploración por Patagonia. Empiezo a escuchar a mi cuerpo, me permito caer y reconozco que hago lo que puedo con lo que soy y tengo.
Letras Luz
Descubrí mi transformación personal y liberá tus miedos con consignas de autoexploración para alcanzar tus sueños.
Cuestiono mi vida y siento una revolución al darme cuenta que había algo que nunca me dijeron ni me enseñaron.
Después de estar nueve meses de viaje y haber recorrido más de 6600 kilómetros en bicicleta, volví a casa. Y me di cuenta de cuánto cambié. Y el cambio duele. Y el lugar que antes me resultaba cómodo, ahora me molesta. A las pocas semanas de haber vuelto, toqué el suelo a la misma velocidad que en una bajada de tobogán.
Estar bien, estar mal, estar más o menos. Sentir culpa, sentir amor, sentirme rara. Una montaña rusa de sensaciones que me permitieron darme cuenta cuál es mi lugar en el mundo y qué quiero hacer hoy.
Entender que no todo está tan mal como parece, reflexionar sobre la vida y comprender que el despertar, tarde o temprano, siempre llega.
Un variadito de prácticas de bienestar
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