Esta consigna me encanta. No solo porque escribir nuestros diálogos internos muchas veces nos ayuda a ganar claridad, sino que además la propuesta es escribirlos en formato poesía.
Lean esto:
“Utilizar el verbo “ser” para etiquetarnos o definirnos o usarlo con los demás, es una tendencia de nuestras estructuras mentales, muy dadas a simplificar y ordenar el mundo. Sin embargo, si lo pensamos y abrimos la mirada, veremos que nadie “es”, puesto que este verbo encierra un matiz en su definición que nos da la idea de inmutabilidad. Todo cambia, nosotros también. La realidad es que estamos más cerca de “nos comportamos” o “nos sentimos” que de “somos” (totalmente cierto, ¿no?).
Gracias Reyes Adorna Castro por esta revelación.
Entonces el ejercicio que él propone consiste en escribir un poema de dos estrofas. La primera tiene que empezar con “A veces me comporto…”, asegurándonos de que por cada comportamiento que aparezca, habrá que buscar, antes de continuar, otro opuesto. La segunda estrofa comenzará con “A veces me siento…”, y habrá que hacer lo mismo.
Si quieren leer la poesía que yo escribí, acá está:
A veces me comporto impulsivamente,
mis ojos se arremolinan y mi mente se atropella.
Pero otras veces me entrego sin pensar,
respiro el dolor del otrx
y me crecen palabras como raíces
A veces me siento chiquita
y nada es suficiente
porque no me creo suficiente.
Sin embargo otras veces me siento enorme,
mi cuerpo es liviano como una pluma
y mi voz canta
celebra
y abraza
Obvio que me pueden compartir su poema o cómo fue la experiencia de escribir su diálogo interno en los comentarios 🙂