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Día 31: Simplemente vivo

No sé si busco respuestas. No sé qué quiero descubrir. No tengo idea por qué las cosas suceden, pero sí sé que esas cosas reflejan instantes de esta vida blanda. El olor a frío. El olor a bosque mojado. El sonido de la tarde que se parece a sombras, a nidos, a pájaros. Leo a Clarice: “¿de dónde viene esta certeza de estar viviendo?”. La música de la naturaleza es un bálsamo de significados.

Día 32: Lo que fuimos

Hablamos del tiempo, de lo que dolió en el cuerpo, de recuerdos mal heridos y de lo que parece difícil de olvidar. Me reí de mis demonios y de mis exageraciones, recordé amigas, valoré el presente y aparecieron señales: los mensajes de ellas, el “estoy acá a pesar de la distancia”, los abrazos que permanecen. Sí: hubo un pasado, pero ya no soy la del pasado. La voz de la que fui vivió tormentas, y ya no tiene nada más para decir.

Día 33: Chau control

Una amiga me vino a visitar e hicimos catarsis de cosas que pasaron y momentos que fueron
Tuve fiebre y me convertí en una fábrica de mocos
Un día dormí casi 6 horas seguidas y fui muy feliz
Vi nevar como nunca en mi vida
Me contaron que desde 1985 no caía una nevada así
Deseé que pare de nevar porque tanta nieve ya me daba miedo
Escuché árboles caer
Salimos a caminar y la nieve nos llegó hasta las rodillas
Vimos cables rotos y árboles cortando caminos
Se cortó la luz
Se cortó el agua
Se cerraron rutas
Pasé frío
Pensé muchas veces en lo vulnerables que somos
Abrí las inscripciones para mi taller de escritura online
Tuve que ponerle un freno de mano a todo lo que estaba haciendo por la falta de wifi
Mi atención se focalizó en conseguir agua y comida
Se llenó el cupo para mi taller online
Mi amiga se pudo ir un día antes de un derrumbe sobre la Ruta 40
Recién hoy pudimos ir a Villa La Angostura con la camioneta y conectarnos un rato
No tengo idea de cuándo va a volver todo a la normalidad

Día 34: Rara

Me cuesta ver belleza entre tanto caos.
Ayer forcé mis ojos para que se vuelvan a enamorar de la montaña.
Ayer salí a caminar para cultivar el asombro después de días de cautiverio.
Ayer me angustié escuchando las sirenas de los bomberos. No sabía qué estaba pasando ni tampoco tenía idea de la gravedad de las cosas:
un accidente
fuego en el bosque
corte de rutas
Es raro: estoy en uno de los lugares más lindos del mundo, y a veces, me siento triste.

Día 35: Un día

Un día
se hizo cuerpo
el silencio
Un día
la tierra
dejó de ser tierra
Un día
los árboles
cargaron el peso
del cielo
Un día
los adjetivos
dejaron
de tener
sentido

Día 36: Volver a conectar

L me dice que tenemos que volver a conectar con el lugar después del temporal de nieve. Y tiene toda la razón: después de 10 días donde la única preocupación fue conseguir leña para el fuego y gasoil para el grupo electrógeno (además de algo de wifi para poder trabajar); el lago, el bosque y las montañas pasaron a un tercer plano. Hubo días donde hasta los árboles caídos y las ramas quebradas me daban pena. Hubo días pausa, días lluvia y días sábanas. Ayer volvió la luz y salió el sol. Y caminé por la playa, vi volar cauquenes, confundí a la nieve con nubes, escuché olas, respiré el olor de hojas quemadas y me acordé del campo y de la familia y de los asados de los domingos cuando era chica. Si volver a conectar es volver a recordar, voy por buen camino.

Día 37: Retrato del presente

Hoy intenté hablar el idioma de los pájaros. Caminé por el bosque como si el invierno fuera primavera. Susurré canciones para las gallaretas y los cauquenes. Recordé que la luz que más me gusta es la que se filtra entre los árboles justo después del amanecer. Toqué frutos parecidos a moras. Silencié todas mis voces para oír la nieve blanca de las montañas (las altas, las que están bien bien lejos, las que miran al sur). Escribí por intuición. Sentí calor en mi garganta. Leí sobre los sentidos y hubo un llamado a explorarlos. Mi casa se llenó de flores. Mi mundo, de alas.

Día 38: Hacer menos

Necesito hacer menos cosas. Si bien este año estoy concretando mucho de lo que quería y tenía pendiente, me están faltando momentos de contemplación. La Jimena de antes encontraba placer en sentirse ocupada, creo que eso la hacía sentir importante. Pero la Jimena de ahora quiere permitirse hacer nada, tener tiempo para terminar al menos uno de los seis libros que lee en paralelo y escribir en su diario lo que observa en la naturaleza. Es raro: durante mucho tiempo escribí sobre mí, y ahora todo me lleva a escribir sobre la sutileza de las cosas, los ritmos del mundo y el ir y venir de los pájaros. Hay algo que sé que se tiene que ir, y hay algo nuevo naciendo que grita mi nombre. Y por eso necesito hacer menos: para parir a la que ahora quiere vivir.

Día 39: Las historias que nos contaron

¿Qué pasa cuando revisás las historias que te contaron? ¿Las que repetiste y creíste porque en ese momento de juguetes y upas era lo único que podías hacer? ¿Las que defendiste con uñas y dientes, y que bajo ninguna manera te permitían ver las cosas de otra manera? ¿Qué sucede cuando resignificás una etapa de tu vida, cuando intentás escribir un nuevo guión con la birome temblando y cuando te das cuenta que lo único que faltó fue una mirada compasiva?

Día 40: Poesía

Recuerdo lo olvidado
lo que parecía sinónimo de otra cosa
lo que se nutre del tiempo para convertirse en cenizas
¿Cuántas vidas viven en este cuerpo?
¿Cuántas mujeres aladas e invisibles dan vueltas en círculos ante mi ser de carne y huesos?
En sueños las abrazo las beso las vuelvo a querer
Soy tantas
y soy una sola
Soy un baúl que guarda fotos secas y llenas de polvo
Soy la palabra que nadie dijo
Soy ese minúsculo centímetro entre la tierra y el cielo

Con más de 20 años de experiencia y un Posgrado Internacional en Escritura Creativa y Comunicación, soy especialista en Escritura Consciente y facilitadora de Pausas de Autoconocimiento. A través de un enfoque que combina escritura, dibujo terapéutico y mindfulness, acompaño a personas como vos a reconectar consigo mismas y vivir con mayor presencia y plenitud.

Comentarios(2)

    • Mariela

    • 4 años ago

    Que hermoso es leerte Jime! Me encanta tu forma de escribir, la manera de expresarte. Tus palabras me inspiran. Y cada vez que te leo, me dan ganas de escribir.

    1. Hermosa 🙂 Qué lindo lo que me contás, de verdad me pone muy contenta. Ojalá después de esa lectura te sientes y escribas porque claramente hay algo ahí que quiere salir. Abrazo enorme!

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