Cíclicas.
Salvajes.
Voces de la naturaleza.
Sonidos.
Silencios.
Conectadas con la Tierra que nos extiende los brazos como puentes
para abrazar al individuo que somos
para besar al Todo que nos humana.
El Todo.
Los Otros.
Los Otros como espejos.
Los Otros como hermanos.
Los Otros como hijos.
Los Otros como Nosotros.
La ovulación.
El desprendimiento que no se siente pero sucede.
El viaje de la posible gestación:
del óvulo que bucea
por la trompa de Falopio
por el útero
que puede nacer como flor
o morir como sangre.
Ambos:
fin y comienzo de un ciclo.
Somos madres
una vez al mes
todos los meses
todos los años.
El momento:
de la entrega
del amor
de la abnegación
de la protección
de la atención
del apoyo
de la ayuda
del aliento
del afuera
del sexo como ofrenda y placer
de la comunidad
del cuidado del otro
de la consciencia espiritual (somos naturaleza y divinidad)
de los sueños vívidos y recurrentes (nos susurran, nos hablan, nos enseñan)
de la escucha activa con sabiduría
del consejo limpio sin imposición de ideas
de la ayuda con dosis de libertad de acción
de la consciencia de los úteros ancestrales de donde venimos
de la expresión creativa
de la naturaleza como fuente.
Mujer:
cíclica
primitiva
compasiva.
Mujer Madre.
Poesía inspirada en el libro “Luna Roja” de Miranda Gray.